Debo confesar que hasta no haber tenido en mis manos y haber devorado "Cometas en el Cielo" de Khaled Hosseini, era una absoluta ignorante de la cultura de este maravilloso país llamado Afganistán. Pero su segunda maravillosa novela "Mil Soles Espléndidos" me ha llegado al alma.
Definitivamente la vida está llena de misterios, de bellezas, de dolor. Y por Dios que este pueblo ha sufrido en los últimos 40 años. Una descripción maravillosa de paisajes increíbles, de contrastes de cielo, arena, cultura, tabúes.
Qué libro tan hermoso, lo recuerdo y se me pone la piel de gallina. He aprendido tantos misterios de este país, sus costumbres tan distintas a las nuestras en pleno siglo XX. Su lucha por la libertad, la admiración de los niños hacia sus padres, el respeto hacia ellos, las pequeñas grandes aventuras como comer granadas en un árbol y la amistad para toda la vida hizo que Cometas en el Cielo deje en mí una huella importante.
Hassan y Amir, amigos de infancia, una amistad de parte de uno con una devoción maravillosa y del otro de un cariño mezclado con celos y maldad, pero una maldad infantil con cotas de ingenuidad que solo Hosseini pudo describir. Momentos de gran felicidad que se enturbian agresivamente con otros sobrecogedores y dolorosos, muy profundo.
Pero cuando ya pensaba que todo había terminado y que estaba absolutamente clara sobre Afganistán y sus misterios, llega a mí Mil Soles Espléndidos. Me ha transportado, he llegado a soñar que estoy ahí, en ese mundo, con las maravillas y las miserias de esta gente. La historia de Mariam cuando vivía en Herat con su madre, nuevamente la adoración en este caso de una hija hacia su padre, sus sueños, sus pérdidas, la forma como describe el autor como ella se siente ante su vida, ante lo que es y ante lo que termina siendo.
Por otro lado Laila de Kabul, su historia y como se cruzan vidas... No quiero contar más, sería un pecado de mi parte... solo decir que incluí la foto de la niña afgana llamada Sharbat Gula, imagen que fui transformando en la medida que leía y mi mente fluía, convirtiéndola en Amir, en Hassan, en Mariam y en Laila según Hosseini iba describiendo a los personajes.
Lean estos libros y luego los invito a comentarlos. Los estaré esperando queridos lectores-amigos.
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