El baño. Culto femenino o masculino...?

Al parecer hay un nuevo culto que invade a todos los hogares que tienen un hombre de más de 50 kgs viviendo en él. El baño.

¿En qué momento nos lo quitaron? ¿no éramos nosotras las demoronas, las que siempre estamos atrasadas por estar metidas en la ducha, o maquillándonos, o peinándonos... ¡cuándo fue por favor esta invasión! Cada vez tenemos menos tiempo para ducharnos rico, relajado, siempre andamos corriendo y al parecer ese nuevo training ha dado el espacio necesario y ha transformado el baño en el lugar favorito de los hombres, donde pueden pasarse literalmente horas de su día en su trono, desconectados del mundo, leyendo, haciendo crucigramas, sudokus o simplemente contando cerámicas de las paredes o arañas en el techo.

Esto se ha convertido casi en una guerra! no puede ser! ese era nuestro espacio, parte de nuestra femineidad ha sido arrebatada! Aunque quisiéramos no hay vuelta atrás, hemos sido invadidas. Una amiga buscó la solución ideal para este problema, construyó su propio baño. Su marido tiene el suyo. Ella con todo su laberinto de cremas, cepillos y demases desparramado a sus anchas. Él como quiera y que se demore lo que quiera. Ahora bien, es un lujo que no todas podemos darnos. Sobre todo si no sólo hay Rey sino también Príncipes esperando el ingreso triunfal! Y ni qué decir si se acaba el rollo de papel, mínimo te dan cadena perpétua por el crimen. Mientras tanto hay que aprender a compartir no más y secarte el pelo con el Rey en su trono. Y por qué no? aprovechas en ir pasando recaditos del día ya que lo tienes ahí, solito para tí, inmóvil, no puede escapar. Hay que ver el lado lleno del vaso ¿no les parece?